Mié. 02 Abril 2025 Actualizado 6:04 pm

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La mayoría de las predicciones sobre el precio petrolero para este año se caracteriza por la incertidumbre y el pesimismo (Foto: Agencias)
El mercado mundial de crudo podría entrar en un nuevo ciclo bajista

Previsiones pesimistas en torno a los precios del petróleo en 2025

En lo que va de 2025 se ha impuesto un clima pesimista sobre el comportamiento de los precios del petróleo, en lo que podría ser una racha de inestabilidad, volatilidad y precios bajos.

Hasta este 28 de marzo la cesta Brent alcanzó 72,6 USD/barril y la cesta WTI alcanzó 68,9, valores de referencia de los crudos en el mercado internacional que han presentado una considerable variación.

Por ejemplo, hace exactamente un año el Brent alcanzaba 90,4 USD/barril y se mantenía en 82,5 para el 15 de enero. Por su parte el WTI, que se cotiza hoy a 68,5 USD/barril, ha perdido su valor desde julio de 2024, cuando escaló hasta 81,8 dólares.

A continuación se analiza el comportamiento de los elementos que actualmente están construyendo las tendencias de precios petroleros y cómo el panorama económico global, los componentes geopolíticos y, especialmente, las políticas de la administración Trump están incidiendo en los precios petroleros. 

Disputa por cuotas de mercado

Este factor viene manifestándose desde hace años, pero en los últimos dos años ha adquirido un importante peso mediante la disputa que ejercen países fuera de la OPEP+ como Estados Unidos, Brasil, Noruega y Guyana —mediante el robo de crudo esequibano—, lo que ha generado un incremento desmesurado de la producción a despecho de los recortes de la OPEP+, que a su vez ha significado una pérdida considerable de cuota de mercado para el grupo.

Ann-Louise Hittle, vicepresidenta de Investigación de Petróleo de la firma de análisis energético Wood Mackenzie, afirma: "Estamos asistiendo a una compleja interacción de factores de oferta y demanda. Mientras que se espera que la demanda mundial aumente en 1,1 millones de barriles diarios en 2025, se prevé que la producción fuera de la OPEP aumente en 1,4 millones de barriles diarios, cifra que supera potencialmente el crecimiento de la demanda".

Este dato ratifica las tendencias precedentes, como el aumento del bombeo en Estados Unidos, el incremento del saqueo de crudo bajo reclamación venezolana en Guyana y el papel más significativo de Brasil como productor, el cual supera la oferta para su demanda doméstica.

Sin considerar el aumento de la producción de países OPEP+ previsto para este año, el grupo de países ya mencionados, por sí solo, estaría cerca de romper con el delicado balance entre la oferta y la demanda estimada para este año. Ese factor incorpora una incertidumbre adicional a un mercado cuyo equilibrio es ya bastante frágil.

Los planes de la OPEP+

La OPEP+ prevé aumentar la producción en pequeños incrementos mensuales desde abril de 2025 hasta septiembre de 2026.

El nuevo horizonte de incremento de producción desde OPEP+ es de 2,2 millones de barriles diarios (b/d) en los próximos 18 meses, lo que representa 2% de la demanda mundial. Sin embargo, la meta se mantendrá "adaptable a las condiciones" del mercado en los próximos meses.

El significado del aumento del bombeo en los países OPEP+ refiere varias intenciones complementarias entre sí:

  • La superación de la prolongada política de recortes que se viene ejecutando desde tiempos de pandemia.
  • La necesidad de recuperar cuotas de mercado y fortalecer las actividades de bombeo desde los países parte de la alianza, lo cual tiene aristas adicionales, como los planes de las empresas estatales y privadas que dependen del reimpulso de la actividad, aunque el contexto de precios se vuelva bajista.
  • Los países OPEP+ ven en Estados Unidos un difícil competidor, de ahí que una baja en el precio del crudo podría contener o hacer retroceder a Estados Unidos en cuanto a sus capacidades actuales de incidir en la oferta.

Expectativas de bajo crecimiento este año

El crecimiento económico mundial previsto para 2025 es de 2,8%, pero podría ajustarse a la baja en torno a 0,5% en función de los posibles escenarios de guerra comercial, según el FMI. El nuevo gobierno estadounidense es el principal factor de distorsión de las proyecciones debido a su política discrecional y oscilante de pechar con aranceles a diversos países, instrumentando una guerra comercial multidireccional. Los escenarios a partir de ello son muy difíciles de predecir.

Otro de los componentes de incertidumbre es el crecimiento de China para este año. Aunque el gobierno chino sostiene nuevamente la modesta meta —si se compara con años anteriores— de crecimiento de 5% de su PIB, la mayoría de las analíticas, el FMI, y bancos como BBVA y USB refieren un crecimiento apenas superior a 4%, en buena medida a causa de la guerra comercial de Trump, la persistencia de la crisis inmobiliaria en el gigante asiático y un aumento del consumo interno por debajo de las expectativas.

Este dato es relevante. Un crecimiento más lento del PIB podría reducir el aumento de la demanda de petróleo en 2025 en unos 0,4 millones de b/d.

La media anual del crudo Brent podría bajar entre 3 y 5 USD/barril desde los niveles actuales, tan solo si se debilita el crecimiento de la demanda de petróleo en apenas 400 mil b/d, según la firma Wood Mackenzie.

El aumento de la producción estadounidense

Este escenario no se ha manifestado con fuerza en lo que va de año y se espera que la tendencia se mantenga en la primera mitad de este 2025. Las metas de "drill, baby drill" del gobierno de Trump encuentran aparente resistencia, especialmente entre pequeños productores con pozos que son rentables sobre los 60 USD/barril. Estas operadoras suelen trabajar con deuda a altos intereses y temen resultar afectadas por la caída del precio, por lo cual tendrían que cerrar pozos.

No obstante, la producción de crudo de Estados Unidos —especialmente apalancada por nuevos desarrollos y bombeo de crudo convencional— está a punto de batir un récord este año y es mayor que las estimaciones anteriores, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por su sigla en inglés) en su informe de Perspectivas Energéticas a Corto Plazo.

La agencia dijo que ahora espera que la producción de crudo de Estados Unidos llegue a un promedio de 13,59 millones b/d en 2025, por encima de su estimación anterior de 13,55 millones de b/d.

El factor de conflictividad geopolítica

La dinámica de precios del crudo demostró resiliencia a los conflictos en Asia Occidental, principal nudo crítico en la proximidad de grandes productores.

En lo que va de año, pese a la belicosidad estadounidense proyectada hacia Yemen, la cual posee un gran significado en el cuadro de inestabilidad en el mar Rojo, no hay variaciones significativas del precio del crudo al alza.

Solo algún factor sobrevenido, como el repunte de las tensiones entre Israel e Irán, podría repercutir llevando el precio al alza.

Las tarifas al crudo de Canadá y México

Este factor es claramente oscilante, está sujeto a las variaciones de la política de Trump hacia sus vecinos y es muy difícil de predecir.

Hasta ahora, estos aranceles de 10% a estos crudos no se han ejecutado de manera efectiva, o sostenida, en una línea de tiempo prolongada.

Sin embargo, las repercusiones de tales tarifas podrían enmarcarse únicamente en la dinámica de precios de derivados en suelo estadounidense, sin colateralizarse de manera significativa en el precio de los crudos a escala internacional.

Efectos colaterales

El contexto bajista de precios ofrece condiciones diferenciadas para cada país.

En Estados Unidos podría haber afectaciones en campos que operan basados en crudos no covencionales, pudiendo empujar a una modesta baja de la oferta para finales de año. Mientras que otros grandes productores, como Arabia Saudita y Rusia, podrían ver afectada su base presupuestaria y previsiones para este año.

El contexto bajista también afecta a Venezuela e Irán, naciones que colocan la mayoría de sus exportaciones de hidrocarburos mediante mecanismos evasivos a las sanciones occidentales, lo cual implica un descuento y márgenes de ganancia menores.

Los riesgos de una sobreoferta coyuntural de crudo o saturación del mercado vuelven a ser un gran factor de incertidumbre que es, al mismo tiempo, componente del precio y reacciones pesimistas en los mercados. Todas las miradas están puestas en la entrada en vigor de los acuerdos de OPEP+, el próximo abril, que implican el aumento del bombeo desde este grupo, pues podría ser el principal factor modulador del nuevo esquema de precios para el resto del año.

— Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<