Sáb. 22 Marzo 2025 Actualizado ayer a las 5:06 pm

Importantes reservas minerales se encuentran en los territorios recuperados por Rusia

Importantes reservas minerales se encuentran en los territorios recuperados por Rusia desde el inicio de la operación especial militar contra Kiev y la OTAN (Foto: Efrem Lukatsky / AP Photo)
Un nuevo frente geopolítico

Rusia acelera la marcha en la agenda de minerales y tierras raras

Rusia ha puesto en marcha un ambicioso proyecto para llevar adelante su industria de metales y tierras raras, una estrategia que responde a la creciente demanda global de estos recursos en sectores claves como la microelectrónica, la energía y la infraestructura digital.

El 28 de febrero de 2025, durante una videoconferencia, el presidente Vladímir Putin destacó la importancia de esta industria como un pilar estratégico para la competitividad global del país y su seguridad económica a largo plazo.

En este contexto, el gobierno ruso lanzó el proyecto nacional "Nuevos materiales y química", que busca desarrollar un ciclo completo de extracción, procesamiento y producción de bienes de alto valor añadido a partir de estos metales.

Avances actuales

Como parte de este impulso, el 20 de marzo de 2025 Andréi Kutepov, jefe del Comité de Política Económica del Consejo de la Federación, presentó una propuesta al viceprimer ministro Denis Manturov para la creación de un fondo especial destinado a la industria de metales y tierras raras.

La iniciativa, que surgió tras una reunión sobre "Licencia de uso del subsuelo" en diciembre de 2024, busca atraer inversión extranjera sin ceder el control de los proyectos a actores externos.

El modelo propuesto permitiría que el financiamiento foráneo fluyera a través del fondo bajo regulaciones rusas, posiblemente dentro de zonas económicas especiales, lo que aseguraría que el control de los proyectos permaneciera en manos de ciudadanos rusos.

Los inversionistas no tendrían participación directa en las empresas sino que recibirían beneficios económicos a través de cuentas especiales, con un enfoque específico en el procesamiento avanzado y la producción de bienes terminados.

Esta estrategia responde al objetivo de Rusia de consolidar su industria y garantizar que los beneficios de los recursos estratégicos permanezcan dentro de su economía, y así evitar los impactos de eventuales sanciones ilegales o restricciones comerciales, sobre todo provenientes de Occidente.

Trump ampliará la producción

Este 20 de marzo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que invoca poderes de emergencia para fortalecer la producción nacional de minerales críticos. Actualmente importan más de 70% de sus tierras raras desde China, lo que representa un riesgo para lo que ellos denominan "seguridad nacional".

Esta medida se enmarca en la Ley de Producción de Defensa, utilizada para proporcionar financiamiento, préstamos y apoyo a la inversión en el procesamiento de minerales estratégicos y tierras raras en Estados Unidos.

La orden busca agilizar los permisos para proyectos de minería y procesamiento, además de priorizar la producción mineral en tierras federales. La preocupación por la hegemonía china en el mercado de minerales críticos ha sido una constante en la política de seguridad nacional estadounidense, dado que estos materiales son esenciales para industrias estratégicas.

La Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos, en colaboración con el Departamento de Defensa, liderará la financiación de nuevos proyectos mineros.

Entre los minerales que se priorizarán se encuentran el uranio, cobre, potasa, oro y cualquier otro material que el Consejo Nacional de Dominio Energético considere crítico. También se contempla el posible apoyo a la industria del carbón.

A escala económica, la orden ejecutiva ha tenido un impacto inmediato en el mercado, con un alza en las acciones de empresas mineras como MP Materials Corp. y Peabody Energy Corp. Asimismo, el gobierno trabajará con el sector privado para asegurar una cadena de suministro "estable y resiliente" de estos recursos.

El uso de la mencionada ley en este contexto remite a su aplicación histórica en la década de 1950, cuando impulsó la producción de acero durante la guerra de Corea.

Más recientemente el expresidente Joe Biden la utilizó con vistas a fomentar la producción de baterías y minerales esenciales para la transición energética. Aunque, cabe destacar, Trump en su primer mandato también la empleó para estimular la producción de mascarillas en respuesta a la pandemia de covid-19.

El Congreso estadounidense ha manifestado preocupación por la vulnerabilidad de la cadena de suministro de minerales críticos y ha recomendado la creación de una reserva estratégica para proteger a los productores nacionales de la volatilidad de precios y de posibles restricciones impuestas por China.

En este contexto, Trump ha anunciado que Estados Unidos firmará un acuerdo sobre tierras raras con Ucrania, lo que podría diversificar sus fuentes de suministro y reducir aun más la influencia china en este sector clave.

La geopolítica

El control de los recursos estratégicos, en particular las tierras raras y minerales críticos, ha sido un punto central en la pugna geopolítica global.

Estados Unidos depende en gran medida de China para el suministro de tierras raras, un grupo de 17 elementos fundamentales en tecnologías de defensa, energías renovables y electrónica avanzada.

Con aproximadamente 60-70% de la producción mundial y 90% de la capacidad de procesamiento en manos chinas, Washington ha buscado diversificar sus fuentes de abastecimiento.

En 2023 el entonces asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, delineó la estrategia de la administración Biden respecto a la economía internacional, centrándose en China y los minerales críticos.

Durante un evento en el Brookings Institution destacó que Estados Unidos produce solo 4% del litio, 13% del cobalto y ninguno de los suministros necesarios de níquel y grafito, mientras que más de 80% de los minerales críticos es procesado en China.

Esta dependencia ha impulsado a Washington a buscar tales recursos a como dé lugar para reducir su vulnerabilidad y avanzar en su competencia con Beijing.

La riqueza mineral de Ucrania, con reservas valoradas en aproximadamente 15 billones de dólares, ha sido un objetivo clave para Estados Unidos y sus socios.

No es casualidad que, en medio del conflicto, la Casa Blanca haya presionado a Kiev para garantizar una participación perpetua de 50% en la explotación de estos recursos, con lo cual asegurarán su control sobre la producción de minerales críticos en Europa.

Sin embargo, la resistencia de ciertos sectores ucranianos a ceder estos activos ha generado tensiones internas y ha complicado las negociaciones con Estados Unidos.

Desde el inicio de la Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania, gran parte de los yacimientos de litio, hierro y otros minerales estratégicos han pasado bajo control ruso. Regiones como Donetsk, Lugansk y Zaporiyia, ricas en tierras raras con reservas que representan cerca de 5% del total mundial, ahora garantizan la seguridad de estos recursos

Por ello, se destaca que Rusia está desempeñando un papel crucial en la geopolítica de las tierras raras como uno de los principales productores de escandio y otros minerales críticos.

Además, aproximadamente 40% de las reservas minerales se encuentra en los territorios recuperados por el país eslavo, incluidos importantes yacimientos de litio, grafito y titanio.

En definitiva, a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos por garantizar una cadena de suministro independiente de tierras raras y otros recursos estratégicos, la realidad es que la mayor parte de estos minerales sigue bajo el dominio de las potencias emergentes.

Con la reciente expansión del bloque, los Brics ahora controlan 72% de las reservas mundiales de tierras raras, cifra que consolida su posición como los principales actores en la industria global de minerales de esta especie. Mientras que Washington depende de acuerdos bilaterales y subsidios, el bloque cuenta con una red integrada de producción y comercio que garantiza la continuidad de sus operaciones sin interferencias externas.

En este contexto, Rusia y China emergen como los arquitectos de un nuevo modelo de cooperación soberano en el ámbito de los minerales estratégicos mediante la promoción de acuerdos que aseguran el abastecimiento mutuo y estabilizan los mercados frente a eventuales sanciones ilegales o restricciones comerciales.

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