Jue. 28 Agosto 2025 Actualizado 3:03 pm

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Los nuevos altos aranceles (50%) contra diversos productos indios debilitan las condiciones de fabricantes del país asiático frente al mercado estadounidense (Foto: France24)
Aumenta la presión sobre adversarios... y aliados

Trump impone aranceles a India: geopolítica, comercio y petróleo en ascuas

Este miércoles 27 de agosto entró en vigor una batería de aranceles a la India, por el orden de 50%, que afecta a algunos productos de la nación asiática frente al mercado estadounidense. De esta manera, India iguala a Brasil en ser los países emergentes más perjudicados por la política arancelaria, focalizada y discrecional de Donald Trump.

Por fortuna, para India, hay excepciones en el área de medicamentos y equipos electrónicos.

Los análisis iniciales sobre el anuncio confluyen en lo llamativo de su formato político y sus derivaciones multidireccionales; los aranceles pretenden ser una represalia de Washington contra India por sus compras de petróleo ruso.

El nuevo gravamen, justificado por la Administración Trump al considerar que India "financia la invasión a gran escala rusa de Ucrania", duplica el fijado anteriormente (25%) sobre las exportaciones indias y amenaza su competitividad exportadora frente a rivales regionales como China y Vietnam.

India es uno de los principales compradores de energía rusa, solo por detrás de China. "Están alimentando la maquinaria de guerra rusa y, si hacen eso, yo no voy a estar contento", aseguró hace unas semanas el mandatario republicano en una advertencia al gobierno indio.

El grupo de expertos con sede en Nueva Delhi, Global Trade Research Initiative, estima que las exportaciones indias hacia Estados Unidos, uno de sus mayores socios comerciales, podrían caer desde 86 500 millones de dólares este año hasta alrededor de 50 mil millones de dólares en 2026, de sostenerse los aranceles, según recoge el diario Financial Times.

Las nuevas tarifas entran en vigor tras meses de frustradas negociaciones comerciales entre Estados Unidos e India, lo cual ha implicado un deterioro de sus relaciones.

El vicepresidente J.D. Vance calificó la medida como un "apalancamiento económico agresivo", defendiendo la acción como un mecanismo legítimo para presionar a India.

Sin embargo, críticos argumentan que castigar un socio comercial tan relevante puede ser contraproducente. La economía estadounidense también se beneficia de la importación de bienes indios, y los aranceles elevados podrían provocar tensiones innecesarias en áreas de cooperación como defensa y seguridad energética.

Nueva Delhi ha defendido su compra de crudo ruso como forma de garantizar los suministros a sus más de 1 400 millones de habitantes, pero también por ser el mecanismo de apalancamiento de su importante industria de refinación y derivados. India también ha sido responsable de colocación de crudo "desrusificado" en Europa y ha tenido significativos beneficios por la compra de petróleo de ese origen con descuento.

ALGUNAS IMPLICACIONES COMERCIALES Y GEOPOLÍTICAS

La medida debe considerarse desconcertante desde múltiples direcciones.

Eje India

En primer lugar, Estados Unidos crea un precedente muy grave frente a India, el país emergente —integrante de los Brics— con el que ha mantenido una relación sumamente estrecha. En este ítem es importante destacar el vínculo y afinidad entre el primer ministro Narendra Modi y Donald Trump. Su relación se encuentra ahora en un punto de implosión.

Estados Unidos incurre en un debilitamiento estratégico en su relación con su principal aliado en el eje indo-asiático y suma un precedente más en su pérdida de credibilidad como socio y negociador.

La acción contra India es una clara retaliación, derivada por razones comerciales, pero también políticas, al colateralizar sobre la nación asiática las presiones hacia Rusia.

Los drásticos aranceles pueden asestar un durísimo golpe a la economía del gigante del sur asiático, que vende productos farmacéuticos, joyas y textiles a Estados Unidos. Aunque, por ahora, los medicamentos y productos de electrónica están exentos de gravámenes.

En los últimos meses el Ejecutivo de Modi se ha distanciado de Estados Unidos y, en su lugar, se ha aproximado a sus socios Brics. De hecho, se ha comprometido con Moscú en aumentar su comercio anual en 50% hasta los 100 mil millones de dólares, durante los próximos cinco años.

Sin embargo, la medida de Trump no cae de sorpresa para India,por lo que venían preparándose. El país asiático importó 1,5 millones de barriles diarios (b/d) de crudo ruso en julio, 24,5% menos que el mes anterior, según los datos publicados por World Energy Trade.

Las refinerías privadas Reliance Industries, Nayara Energy y HPCL-Mittal Energy Ltd absorbieron alrededor de 60% de las importaciones de petróleo ruso de India en julio, mientras que el resto se destinó hacia refinerías estatales, según los datos.

En julio Rusia representó 34% de las importaciones totales de India, que ascendieron a 4,44 millones de b/d. Las importaciones de petróleo de India en julio fueron las más bajas desde septiembre de 2023, según los datos del medio especializado World Energy Trade.

Rusia se mantuvo en julio como el principal proveedor de petróleo de India, seguido de Irak y Arabia Saudita. Pero es muy probable que esa situación cambie ahora.

Lo grave para India es que será muy difícil para ellos mediar su situación desde el punto actual. Y esto obedece a las difíciles condiciones de negociación frente a Estados Unidos y las razones por las cuales es aplicada la medida.

La discrecionalidad del gobierno de Washington es posterior a negociaciones comerciales fallidas y agotadas. Tampoco hay garantías de que India logre desmantelar los aranceles si prescinde completamente del crudo ruso, pues las razones de la balanza comercial con Estados Unidos persisten.

El comercio de bienes entre los dos países sumó 129 mil millones de dólares en 2024, con un déficit comercial estadounidense de 45 800 millones, según datos del gobierno norteamericano.

Ahora Modi tendrá que mediar la situación en un contexto de presión, frente a un Trump absolutamente chantajista y zigzagueante.

Según fuentes indias, Modi prepara una visita a Beijing, su primera en siete años, siendo un indicio del posible nuevo acercamiento entre los dos gigantes asiáticos, paralelo al distanciamiento entre Nueva Delhi y Washington.

Eje Rusia

Esta medida afecta el espíritu del encuentro entre Trump y Vladímir Putin en Alaska, hace apenas unas semanas. Nuevamente se replica la situación de Estados Unidos como actor no fiable en la construcción de acuerdos e intenciones mínimas.

Las sanciones secundarias al crudo ruso ocurren en un contexto —hoy más que nunca— de proximidad a distensiones y el fin de la guerra en Ucrania.

En apariencia Trump dinamita sus propios logros en su dirección de desescalar y detener el conflicto. Pero la nueva presión es en realidad un elemento complementario que convive en la instrumentación de la ambigüedad estratégica que Washington está replicando en diversos frentes.

Las consecuencias de esta acción pueden derivar en que las condiciones de diálogo se rompan o que, en efecto, sí se aceleren las condiciones para una distensión pues Rusia también desea avanzar en esa dirección. Considerando el acumulado presente y las condiciones a futuro —luego del segundo mandato de Trump—, la opción de que Rusia se incline por el fin del conflicto es la posibilidad con mayor fuerza.

En este contexto, las palabras de Vance tienen clara congruencia. Esta acción contra India sí reviste medidas para escalar la presión sobre Rusia en nuevos niveles, y las condiciones para la colocación de crudo en ciertos mercados se han vuelto más adversas.

Según cifras, India ha pasado de adquirir menos de 1% de su crudo de Rusia antes de la guerra en Ucrania a cerca de 42% en la actualidad. Rusia tendría que recolocar unos 2 millones de barriles de crudo en otros mercados para mitigar el impacto.

China podría asimilar una parte de esto ya que está incrementando sus inventarios. Según Rystad Energy, añadirá cerca de 250-300 millones de barriles a su almacenamiento si sigue importando crudo a 10% de tasa superior a la demanda de crudo de sus refinerías, tal como ocurre justo ahora.

Pero la demanda de China se va a debilitar eventualmente al saturar sus inventarios, lo que quiere decir que la estrategia de recolocación que tomará Rusia no sería sostenible por mucho tiempo.

En este caso, la medida de Trump reposiciona los vínculos de Rusia que, al igual que India, también acudirá a China.

NUEVOS ELEMENTOS INSTRUMENTALES DE LA PRESIÓN ESTADOUNIDENSE

La medida de sanciones secundarias, pero en forma de aranceles, aplicadas a India, sugiere la experimentación de métodos superiores y discrecionales de presión desde Estados Unidos.

Esta decisión anunciada contra India tiene características especiales por aplicarse sobre una gran nación industrializada, que además es históricamente aliada de los norteamericanos. Visto así, esta no será la última vez que se apliquen programas de este estilo para presionar cualquier gobierno con el fin de contribuir con los objetivos e intereses de Estados Unidos.

Hay un nuevo factor de riesgo geopolítico en el tapete y, por ende, es un nuevo componente del precio petrolero. Los aranceles a modo de presión por aparentes razones políticas toman forma y calan como un instrumento eficaz para hostigar gobiernos. Pero para el espectro económico, este se convierte en un mecanismo capaz de sumar nuevos componentes de volatilidad adicional en el mercado petrolero, al comercio y a relaciones económicas internacionales. 

El gobierno norteamericano sigue desarrollando su metodología de ambigüedad estratégica, haciendo a la Administración Trump cada vez más impredecible y peligrosa. Frente a diversos países, actúa con presión e incentivos de modo simultáneo, aplicando al máximo la ventaja de Estados Unidos para negociar en los ámbitos en que la posee.

En el caso de India, adquiere vigencia una famosa frase del estadista y antiguo estratega de varios gobiernos estadounidenses, Henry Kissinger, que reza: "Ser enemigo de Estados Unidos es peligroso, pero ser amigo es fatal".

Dichas palabras han resonado desde que el gobierno norteamericano ha comenzado a imponer aranceles y presiones comerciales férreas hacia países considerados aliados, lo cual sugiere que la ambigüedad estratégica y las presiones multidireccionales que se irradian desde Washington se consolidan como recursos prácticos para la construcción del contexto geopolítico actual.

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