Jue. 24 Abril 2025 Actualizado 1:47 pm

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Los compradores estadounidenses verán estantes vacíos en pocas semanas mientras los expertos revelan qué minoristas serán los primeros en "quedarse sin inventario" (Foto: Getty Images)
El mandatario ha tenido que sacar el pie del acelerador

Las debilidades de EE.UU. que los aranceles Trump están evidenciando

La experta en gestión estratégica y profesora de la Escuela de Negocios de Columbia, Rita McGrath declaró a The New York Post que "las cosas que no se pueden inventariar comenzarán a escasear en cuestión de semanas, tal vez ni siquiera de meses". Con estas palabras se refirió a los efectos de la guerra comercial, declarada por Donald Trump, sobre la sociedad con mayores niveles de consumo per capita en el mundo. 

A medida que el presidente estadounidense intensificaba la guerra comercial con Beijing, las empresas de su país comenzaron a reducir o cancelar pedidos. Esto ha derivado en que el volumen de mercancías enviadas desde China, que tiene previsto llegar a los puertos de Los Ángeles y Long Beach entre la semana del 4 y el 10 de mayo, ha caído un 43 %, en comparación con el mismo período del año pasado, según el proveedor de software de seguimiento de contenedores Vizion.

La disminución se da luego de un incremento del 57 % durante la semana del 20 al 26 de abril ya que los importadores adelantaron los envíos antes de los fuertes aranceles de Trump a China.

Ya el gobierno había señalado un aumento de aranceles a un 54% sobre uno de sus mayores socios comerciales el pasado 2 de abril, antes de aumentarlo al 145% el 9 del mismo mes. Algunos artículos poseen aranceles hasta de un 245%, según una hoja informativa de la Casa Blanca.

pesadilla en la calle de los estantes vacíos

Los compradores podrían comenzar a ver que los estantes de las tiendas se agotan hacia el verano para los productos importados enviados desde China, y los negocios familiares enfrentan el mayor riesgo de escasez.

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Mientras los directores ejecutivos de Estados Unidos debaten qué hacer, sus tiendas no podrán llenar sus estantes con productos fabricados en Estados Unidos
Créditos: 
The Sun

En medio de la ofensiva tarifaria, varias empresas se han preocupado por una disminución drástica en sus operaciones, especialmente aquellas que importan materiales o mercancías de China.

Si todos los aranceles que Trump anunció el 2 de abril entran en vigor después de la pausa de 90 días, los estadounidenses verían un aumento en los supermercados y posiblemente un cambio en lo que está disponible en los estantes. Aunque Beijing no es un gran proveedor de alimentos para Estados Unidos, muchos de los países a los que se les impusieron aranceles el 9 de abril (antes de la pausa) sí lo son.

Hasta los barrios chinos de todo Estados Unidos están sintiendo los efectos de la creciente guerra arancelaria, ya que los precios de los artículos para el hogar importados de China, incluidos los productos de su medicina tradicional, los fideos secos y las joyas de jade, ya han comenzado a subir.

Según The Washington Standard, muchos compradores de Amazon se han sorprendido al descubrir que algunos de sus productos favoritos ya han desaparecido. De hecho, hay tiendas enteras en Amazon que ya no existen. Por supuesto, no solo esta corporación se enfrenta a una crisis sin precedentes. Walmart, Target, Home Depot y otras cadenas de tiendas tendrán que encontrar nuevas maneras de llenar sus estantes en los próximos meses.

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Las compañías chinas que venden productos en Amazon han aumentado los precios en Estados Unidos o abandonado ese mercado debido a las alzas arancelarias impuestas por Trump
Créditos: 
MarketScreener

Si los distribuidores importan artículos a Estados Unidos desde China ahora mismo, al llegar a puerto, se les aplica un cargo adicional del 145 % al precio de compra original. La mayor parte de este costo adicional por aranceles suele repercutir en la población.

Se estima que si el arancel fuera del 10%, aproximadamente solo el 8% de ese costo adicional se trasladaría al consumidor, lo que no supondría una diferencia significativa, especialmente en artículos de menor costo, como los comestibles. Sin embargo, cuanto mayor sea el arancel, mayor será el aumento de precio.

Gigantes del comercio electrónico chino como Shein y Temu confirmaron recientemente que el aumento de costos se transferiría a la población.

Trump se asusta ante advertencias de minoristas

Algunos expertos, como Jonathan Gold, vicepresidente de cadena de suministro y política aduanera de la Federación Nacional de Minoristas, han advertido que las pequeñas empresas podrían quedar en una peor posición en comparación con los gigantes minoristas dado que serían los primeros en quedarse sin inventario.

Ya son 80 los buques portacontenedores con destino a Asia que han evitado los puertos chinos debido a los "aranceles recíprocos", pero la pausa de 90 días de Trump para todos los países excepto China podría solo retrasar la ola de estantes vacíos, según Anne Rieke, presidenta de la Asociación Intermodal de Norteamérica (IANA, por sus siglas en inglés), una organización que representa a la industria de contenedores.

Se trata de un acto de equilibrio complicado, ya que los importadores no quieren conservar el exceso de inventario y les preocupa que la confianza del consumidor en Estados Unidos pueda seguir cayendo.

Trump intensificó la guerra comercial, un aviso del Registro Federal publicado por el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) el pasado 17 de abril anunció que el gobierno cobrará tarifas a todos los barcos construidos y de propiedad china que atraquen en puertos estadounidenses en función del tonelaje neto o las mercancías transportadas en cada viaje.

Sin embargo, Axios reveló este miércoles 23 de abril que los directores ejecutivos de las redes comerciales Walmart, Target y Home Depot advirtieron en privado a Trump, en una reunión en la Oficina Oval, que las cadenas de suministro se verán interrumpidas, los precios aumentarán y los estantes de sus tiendas estarán vacíos. Como resultado, la Casa Blanca parece estar considerando adoptar una postura mucho más flexible en materia arancelaria, lo que hizo subir las acciones en bolsas de valores estadounidenses.

Las medidas draconianas aplicadas por la administración Trump buscan doblegar a China y obligarle a negociar en condición de debilidad. Según The Associated Press, su secretario del Tesoro, Scott Bessent, admitió en un discurso privado a JP Morgan que la guerra comercial en curso con China no es sostenible y que "las negociaciones con China serán un trabajo pesado". Este funcionario, luego el secretario de prensa y luego el mismo Trump indicaron que las conversaciones comerciales con Beijing eran inminentes, comenzaban con buen pie y darían como resultado un acuerdo con aranceles mucho más bajos que el 145% actual.

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Según expertos, el número de contenedores enviados a puertos estadounidenses desde China se reducirá drásticamente el próximo mes.
Créditos: 
AFP

El magnate ha intentado aplicar la extorsión como mecanismo para ordenar el mercado global a favor de las grandes corporaciones mientras su entorno se beneficia aprovechando el derrumbe de los mercados para comprar acciones. Estados Unidos tiene un sistema financiero sin respaldo que ha permitido el crecimiento económico apoyándose en un aumento exponencial de la deuda total y en un modelo basado en la compra de materia prima y mercancía barata, lo que no puede asegurarse en el actual orden global.

Otros análisis han levantado la mirada a lo estructural y se mantienen escépticos ante la posibilidad de que la industria manufacturera estadounidense reemplace a los productos chinos. Existe la duda respecto a una gran ola de construcción de fábricas porque es demasiado grande el riesgo de ser aniquiladas cuando llegue un nuevo gobierno.

Además, Occidente ha ido transformándose en una potencia de los servicios, dedicando pocos recursos humanos a la agricultura, pesca y minería. Relocalizar la producción manufacturera tampoco es una meta posible, como no lo es imponer un orden en el que marque totalmente la pauta como hasta hace poco.

Al parecer, la guerra comercial asoma el fin del mundo tal como lo conocen los estadounidenses. Una sociedad amalgamada en torno al hiperconsumo se pudiera atomizar en medio de estantes vacíos y declive en la cantidad de contenedores que llegan a sus puertos.

— Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<